domingo, 6 de mayo de 2012

MENTES BRILLANTES EN BUSCA DE LA FELICIDAD
“Lo único que podía hacer por este mundo era estar en paz conmigo mismo”
Plan de Dios para la curación del mundo
Dios solo puede actuar a través de la gente, no puede hacer nada sin nosotros. Dios es la electricidad, nosotros las lámparas. Así que el mundo que experimentamos, ya sea en nuestra vida privada o en el planeta es un reflejo de cómo hemos sido. Así que para cambiarlo debemos ser nuevas personas.
La raza humana está inmersa en una vorágine suicida. Es lo que está pasando ahora mismo. El terrorismo, la trasgresión biológica. Hay muchos factores de estrés en el planeta. Así pues el plan de Dios es que nos convirtamos en personas con la sabiduría e inteligencia necesarias. Personas capaces de discernir lo que debemos hacer y que tengamos la madurez necesaria para hacerlo. Hasta que no exista un gran salto en nuestro interior no podremos hacer que ese gran salto tenga lugar en el mundo.
El propósito de la felicidad
Reglas:
1º.-No me creas pero aprende a escuchar. No me creas porque lo que te digo es una versión, mi punto de vista sobre la vida y es solo mi verdad, pero si escuchas entenderás lo que intento decirte.
Escuchar indica quien eres de verdad por debajo de todo lo que está en continuo cambio. Mientras escuchas y actúas, si estás en el presente, toda la alegría que está ahí, te resulta visible. Y la atención es lo que aparece cuando escuchas de verdad.
2º.-No te creas a ti mismo. Sabes que tu mente habla siempre. Es un caballo salvaje sin ningún destino si no aprendes a domarlo al caballo te llevará a dónde él quiera. Así que no te creas a ti mismo pero aprende a escuchar lo que hay en tu cabeza.
3º.-No creas a nadie. Por esa misma razón, lo que te digan es verdad solo para ellos y expresa la experiencia que tienen de la vida. Pero si aprendes a escuchar verás que entre todas esas mentiras aparece la verdad y serás capaz de percibirla.
Si no te crees a ti, si no crees a nadie, si no me crees a mi,estas mentiras no perdurarán, pero sí la verdad. Lo creas o no, el sol está siempre ahí. No necesitas creer en la verdad para que exista. Pero para que existan las mentiras necesitas creerlas.
¿Si no me creo a mi, ni a nadie, entonces…?
Es una postura. No, no lo creas de verdad. Pero no como una pose social “no los creo”. No, no, sería falso. No, debe ser real. Aprende a escuchar. Es la clave. Aprender a escuchar.
¿Cómo puedo encontrar la felicidad?
La manera más enriquecedora es cuidando el jardín a diario. Porque alguien echará una mala semilla y esta crecerá. Si alimentas esa semilla que es la mentira, crecerá, pero si la arrancas diciendo “esto no es felicidad”, pum, la olvidas y sigues en el presente y esto te enriquecerá.
La felicidad es una decisión que tomo y procede de tu perspectiva. Soy mucho más responsable de mi felicidad de lo que creía. No se trata de lo que pasa fuera sino de cómo me muestro yo. Cada persona aporta una muestra de paz, una muestra aquí, otro allí, y pronto se crea una gran paz pero empieza por ti, creas tu paz y dejas que salga.
No tengáis miedo
No debes sentirte apegado a las cosas que te producen deterioro.
Egocentrismo: la razón de la infelicidad
Todas las preocupaciones sobre nosotros mismos:
-alabanza y culpa
-pérdida y logro
-placer y dolor
-reputación y vergüenza
Casi todo lo que te hace sentir bien o mal está dentro de esta clasificación. Es una de ellas. Y es algo que solo te preocupa si actúas de una forma egocéntrica. Aquí está la trampa. Has aprendido que si eres egocéntrico actúas en el mundo desde tus pensamientos, no estás en la realidad, estás en un universo que gira sobre esas ocho cosas. Y reaccionas ante todo según te afecte. ¿Me ha dado placer, acaso dolor? ¿He perdido algo, he ganado? Se reduce a eso. Y tu felicidad sube y baja. Buda vio toda esta rueda y dijo que en ella estás perdido porque lo uno lleva a lo otro. Debes moverte en el presente si quieres ser feliz.
…No te vuelves una persona enérgica simplemente porque lo quieras o lo desees. Debes hacer cambios poco a poco en tu vida. El objetivo es que te recicles en este mundo. ¿Cómo lo hago? ¡Estudiando¡ Te descubres a ti mismo y descubres a Dios. Todo lo que nos pide es en beneficio nuestro porque quiere hacernos felices. Eso es la vida, para eso nos creó, para la felicidad.
Dejar de ser víctimas de las circunstancias. La ira es una emoción que oculta el miedo. A menudo caemos en la ira para no sentir nuestro miedo. Desarrollamos conductas compulsivas, pero si te detienes a admitir tu miedo, reconocerás que en tu interior vences ese miedo. Crecemos de dos maneras: con el dolor y con el entendimiento. Y así, o te cansas de estar harto o tu entendimiento te lleva a otro paradigma. Sufrir no es el precio que debes pagar para ser feliz. La felicidad no debe ser algo que ocurra al final de una meta, puede estar en el camino. Es una elección del momento. Para ser felices debemos dar sentido al sufrimiento. Hay algo en el sufrimiento que se añade al significado de la vida, que nos ayuda y nos permite presentar nuestra mejor cara. Y este es uno de los grandes misterios que debemos explorar.
En una vida con significado, plena de dones y talentos, capacidades, alegría intrínseca, compasión y amor. Cuando dejas que eso salga, consigues metas y cumples cometidos que forman parte de un mayor estilo de vida.
Las leyes de la naturaleza y los grandes principios del Universo es lo que llamamos filosofía perenne: Los grandes valores de la existencia y cómo alcanzarlos
Si organizas tu vida en torno a uno de los grandes valores, los demás te serán dados porque los grandes valores se conectan entre sí. Para Plantón, su gran valor fue la belleza. Organizaó su vida en torno a ella. La belleza era un ser. Organiza tu vida en torno a la belleza, la verdad, el amor, la libertad, la justicia, la igualdad, la paz, y te llegará la felicidad. Esa sería la respuesta de Platón.
En el ZEN, el hombre va a buscar al toro y cuando lo encuentra le pone las riendas al toro y logra montarlo y al final el toro se vuelve tan manso que le quita las riendas, lo monta y lee su pergamino mientras el toro le lleva a su casa. Así es nuestra vida. Controlar nuestra naturaleza animal para que se una con nuestra naturaleza superior. Así el toro representa la posibilidad de todo ser humano, totalmente integrado, no distraerse con su naturaleza inferior sino de servirse de ella. Tenemos una sabiduría somática en el cuerpo. Una sabiduría física en cada célula del ser, una vez armonizas eso, el viaje es más fácil. La felicidad es una labor interior y puedes ver toda la satisfacción en el aspecto del rostro y en la postura del Buda.
¿Los coches dan la felicidad?¿Durante cuánto tiempo? Si quieres ser feliz un día, ve de compras, pero no dura y llegan las facturas. Si quieres ser feliz un fin de semana, ve a pescar o a jugar al golf. Si quieres ser feliz un mes, ve de vacaciones. Si quieres ser feliz un año, hereda una fortuna. Para ser feliz toda la vida busca el modo de ayudar a los demás. Busca el modo de aportarles algo. Muchos buscan el éxito y se olvidan del significado. Y ese es el gran viaje, hacia el significado, no hacia el éxito.
Lama Chodak Gyatso Nubpa
La felicidad debemos llevarla dentro. Teniendo eso en cuenta, lo importante es saber que he trabajado todos estos años, he ido a la universidad, tengo un título, busqué trabajo, pero sigo dónde estaba. Así que, qué es realmente la felicidad.
Debemos hablar con nosotros mismos. Oye, Maite, qué pasa, qué carencias tienes, y al conversar auténticamente contigo mismo. Siempre ha sido yo, mi, mío, y si quieres ir un poquito más allá de eso, hablaremos de “nuestro”. Así que siempre distinguimos entre uno mismo y los demás. Y es un descubrimiento. ¿Por qué vivimos en una lucha sin tregua? ¿Por qué? Porque tenemos que llegar al destino, porque esa será la fuente de nuestra felicidad relativa, así lo vemos. Así que es eso, “yo, mi, mío”, el verdadero origen donde estamos. Por eso el despierto dice: “quizá a veces quieras saber lo que eras en tu vida pasada, mira dónde estás ahora, ese es el reflejo de lo que eras en el pasado”. El gran ser dice: “según quieras que sea tu futuro, fíjate lo que haces ahora”. Básicamente necesitamos reorientar, reestructurar nuestro patrón de pensamiento. Eso es muy difícil, pero nuestra felicidad reside ahí.
Alcanzar el orgasmo no es una meta, llegar al final del viaje no es la meta, sino disfrutar del camino. Si disfrutas del viaje no importa la meta, porque no siempre se consigue lo que se quiere.
¿Por qué existe esa desunión entre hombres y mujeres?
-¡Mujeres, no las entiendo¡
-¿Por qué os atrae el eterno femenino? ¿Por qué os atrae a los hombres? Porque es nuestra función en nuestra vida. Mi función en mi vida es provocarte y tu función en mi vida es provocarme. Por eso estamos aquí hombres y mujeres.
En “Un Curso de Milagros” se dice que debes entender al otro para saber si merece tu amor. Pero si no lo amas no podrás entenderlo. La razón por la que no entiendes a las mujeres es porque aún no las amas lo suficiente. Todas merecen tu amor. No significa sexo o un idilio con todas. Pero tu función como hombre es amarlas. Y si ves una, tu pensamiento será silencioso, telepático, subconsciente. Si cuando te sientas delante de una piensas: “se que eres maravillosa, no lo muestras ahora pero te invito a hacerlo porque sé que el eterno femenino reside dentro de ti y quiero disfrutarlo” Si tu  pensamiento invita a una mujer a que te muestre lo bella que es, entonces en tu presencia lo hará. No se trata de entenderla, se trata de amarla. Y eso es válido para todo en la vida. Tendrás mucho más poder y lo reconocerás.
Todos tenemos un fuerte narcisismo  y demasiado amor propio e insuficiente amor por los demás. El amor propio se interpone en el amor por los demás. Narciso era un hombre que no sabía amar, rechazo el amor de la ninfa akos y por eso fue maldecido enamorándose de sí mismo. Después de la maldición llegó a un lago, vio su reflejo en el agua y se enamoró tanto de su reflejo que no pudo apartar la vista. Se sentó a mirar su reflejo y se murió de hambre. Y se transformó en la flor, narciso. Lo terrible es que todos somos un poco narcisos. Nos morimos de  hambre de alimento emocional real, anhelamos el amor verdadero.
Hay dos niveles, lo que quieres a nivel personal, físico y lo que quieres a nivel espiritual. Pregúntale al cosmos,  cuál quieres que el cosmos escuche, el nivel personal o el nivel espiritual. Lo que elegimos como deseos personales los creemos tan importantes, cuando lo experimentamos, no lo es. Ese es el viaje de cada uno, sea cual sea la edad. Pensamos “si hubiera x dólares, orgasmos, si sucediera una situación tal que afectara a todo mi ser, sería perfecto”. Y entonces, llega esa situación y no lo es porque siempre hay algo superior y un abanico de infinitas posibilidades. No hay forma de decirle al infinito lo que es tu mayor bien, ni lo sabes, ni lo reconocerías.
¿Qué te gustaría conseguir?
-Me enfado por cosas nimias y muchas veces intento ocultarlo.
-Otra persona no cambiará esa. Intentas atraer, pero lo que quieres es atraer tu YO REAL y a tu YO ESPIRITUAL. Si tu camino físico es tu forma de alcanzar cierta perfección, la tranquilidad de espíritu te dará un indicio de lo que es la perfección espiritual. Y es lo más difícil de obtener, la tranquilidad espiritual.
-¿Entonces por qué quiero ser feliz?
No nos percatamos de lo que hay hasta que detenemos los patrones adictivos que atraen nuestra atención y nos atan al plano físico. Alguien lleva algo que te molesta, dicen algo que te molesta, o te miran y te molesta. Y sigues atándote a ese plano. No te permites ver que todos son un espíritu como tu, llevan una ropa concreta, intentan encajar, los como rivales, como si se interpusieran en tu camino. No los ves como personas iguales a ti y que tienen el mismo empeño que tu. Y mientras te ates al plano físico veras todo lo malo de ellos que también está ahí. Y ver la belleza de otra gente te da la tranquilidad de espíritu. Y ver el aspecto físico y los zapatos ridículos es lo que te separa de ellos. Mientras sigas viendo lo que te separa, te molestará siempre. ¿Qué hay de cierto en la ilusión de forma física? No lo entiendo.
-¡Pero es real¡
-Es fantasía, ilusión
-Mi cuerpo es real, ¿qué quieres decir?
-Un montón de energía electromagnética unida para parecer una camisa, carne, un ojo, unos globos oculares. Cuando ves más allá y miras a la gente de modo espiritual, sabes que no estás solo, no te sientes tan desgraciado. El plano espiritual y físico actúan al mismo tiempo, actúan juntos. Cuando te unes a alguien físicamente, te unes espiritualmente. Amplía tu perspectiva.
Este universo es solo una mota de polvo en el ojo de Dios. Cada uno de nosotros tiene un enlace directo hacia una sabiduría superior. Hay un poder, una presencia, una vida, un Dios. Todo es energía.
¿Qué piensas del vivir el ahora?
Es una buena idea. El ayer es historia y el mañana un misterio. Así que solo tenemos el hoy. No tenemos garantizado el mañana. Como dice la expresión latina “Carpe Diem”, vive el presente.
Unos pasan media vida diciendo: “soy muy joven para esto”. Y la otra media diciendo: “soy muy viejo para esto”. La gente no fracasa porque quiera. Fracasa porque no sabe cómo triunfar. Como dijo Napoleón, “quien fracasa en planear, planea fracasar”. ¡Tenemos que tener un plan¡ Un plan, porque no te vas a levantar un día y decirle al espejo: “ahí estas, eres mi mejor cara. ¿Dónde estabas? Esperaba que aparecieras”. Debemos tener un plan y cómo lo hacemos, ENTRANDO EN EL AULA DEL SILENCIO. Necesitamos silencio. No descubrirás tu mejor cara en el mundo loco, ruidoso y estresante. No encontrarás tu mejor cara con todo ese ruido. Solo al evitar ese ruido y adentrarte en el aula del silencio descubrirás tu mejor cara.
El judío surfista
A la pregunta: ¿eres religioso?, respondo: no, solo judío y surfista y creo en Dios.
Como en todo hay cierto prólogo a donde quieres ir en la vida. El surf desarrolla en las personas mucha disciplina interior y mucha decisión para no rendirte porque el surfista debe aceptar derrotas, esperar a que pasen largos ratos sin olas y hacerlo con mucha disciplina. Y conservar el interés. Parte de nuestra búsqueda religiosa es mantener esa atención. Para muchos es difícil por falta de disciplina interior, no porque no quieran, carecen del deseo que mantiene el fuego ardiendo día tras día. Para la gente conservar ese interés en cualquier cosa, no solo en la religión, ya seas actor o artista, es muy difícil. El surf te mantiene absolutamente centrado. Cuando no hago surf, me pongo en forma, me preparo para otro día de olas. No importa la religión o lo que persigas en la vida, se trata de no perder la atención. Pero la base debe ser la actitud y la perseverancia. Levantarte cada mañana y perseverar como si nada en el mundo importase salvo tu propia búsqueda de esa experiencia religiosa. Cuando haces surf al rato vas muy rápido y tienes mucha energía. Es una experiencia extracorpórea. Es una experiencia religiosa.
El modo en que me percibo no viene determinado por el modo en que me miras tú.
El modo en que me percibo y experimento viene determinado por el modo en que te miro yo. Lo contrario de lo que piensa la mayoría. Se sitúan en el efecto y esto te sitúa en la causa. Eso enseña Buda. Solo hay un ego que se presenta como varios. Si vas juzgando y condenando a otros, si tienes pensamientos negativos, envías mensajes a tu inconsciente de que eres culpable. En un curso de milagros se dice: “la absolución no perdona los pecados ni los hace reales, ve que no había pecado y a partir de ahí se perdona.” Asumimos la responsabilidad. El Universo de tiempo y espacio no lo hizo Dios, fue hecho en esta aparente separación de él. No es su responsabilidad sino la nuestra. Perdonamos no porque haya hecho algo sino porque no han hecho nada. Nosotros lo hemos creado todo.
No parece un maestro de Aikido
-No lo soy. Soy un viejo que se dedica al Aikido hace 40 años.
-He oído que es sufista, qué diferencia hay del sufista al musulmán.
-Siéntate y te lo explico:
El islam como otras religiones se centra en la práctica externa: cómo rezas, cómo actúas moral y éticamente. El sufismo, como gran tradición mística, trata de la experiencia interna. Mi maestro sufista decía: “todos aprendemos el ritual externo de rezar pero el sufismo desarrolla el corazón para rezar”. Hay un dicho en el islam, una revelación del profeta Mahoma: “hay 70.000 velos entre tú y yo pero no hay ninguno entre yo y tu” Esos 70 mil velos los ponemos sobre nuestras almas, así la luz, la alegría, la felicidad, el alma no están a nuestro alcance, no porque no estén sino porque las ocultamos al preocuparnos por la opinión de otros, al perseguir cosas mundanas que son efímeras.
-¿Cómo descubro mi alma?
-Velo a velo.
-Quiero probar algo diferente, no quiero caer en conductas repetitivas, en un comportamiento autodestructivo. Estoy harto de encasillarme y de que me encasillen, quiero ser libre, me siento limitado, pequeño.
-Yo tengo unos principios: paciencia, conveniencia, bondad, sinceridad, paz interior.
-Es una buena guía.
-Para mí, la prueba verdadera es la ACCIÓN, tienes el conocimiento, ¿qué harás con él? ¿dónde está el valor? No está en conocer, está en actuar. Dios reside en lo hondo de tu ser, no como entidad, sino como una deidad sin forma y única. Yo soy el ahora en esencia. No soy lo que pasa, soy el espacio donde todo pasa. Esa es la identidad real.
-¿Qué es lo real?
-Lo real es el cosmos y tu relación con él. Eso es lo real. Y distinguir esa relación y cómo trabajarla es el viaje en el que te encuentras.
-Si el mundo físico no es necesariamente real, qué más da que hagas buenas obras o lo que sea, o seas un asesino múltiple.
-Bueno, dos cosas. La primera, el mundo físico es bastante real. No está causado por sí mismo. Hay una gran diferencia. Y a tu pregunta concreta, el filósofo Ernest Hols, dijo: “no hay pecado sino error” y “no hay castigo sino consecuencia” Si cometes errores te acarrearán consecuencias que no deseas. Eso responde a tu pregunta. Si hay una consecuencia que buscabas, descubrirás que no la querías, porque somos un aspecto de infinitas posibilidades. Si diseñas específicamente cómo va a ser, limitas el infinito, le dices al infinito cómo va a ser. Se crea un conflicto. Tu alma busca ser uno con el infinito. La persona media no experimenta la realidad sino que experimenta su idea de la realidad.
-¿Entonces la creamos nosotros?
-Sí, nuestra experiencia de la realidad. La felicidad no debe ser algo que ocurra al final de una meta, puede estar en el camino. Es una elección del momento, no tiene nada que ver con circunstancias, es una dimensión de tu ser. Cuando uno libera energía vital o libera su talento, la felicidad se extiende, la alegría también porque están en sincronía con la armonía del Universo que debe expresarse.
Siempre es ahora
La gente piensa que hay muchos momentos en cada hora, en cada día, en tu vida porque lo que ocurre cambia continuamente. Las formas que te rodean cambian, tus pensamientos cambian, tus emociones cambian, la gente cambia, por eso la gente piensa que cada vez es un nuevo momento. Si atiendes ves que no es otro momento, siempre es ahora, pero la forma en que aparece el ahora cambia continuamente pero siempre es ahora. Y al final el ahora es quien tu eres. El espacio del ahora es el espacio del yo y las cosas que pasan en él cambian continuamente.
Los sentidos en el reino del efecto, la conciencia y de la causa.
Cuando tu conciencia cambia puedes afectar a las situaciones de un modo del que no tenías conocimiento. Así que no hay un exterior, no lo hay. Un curso de milagros dice que todo pasa aquí.   Te contaré una historia. Un  agente se topó con un granjero que estaba sentado tranquilamente en su porche de su granja mascando hierba. Y el agente dice: “wau¡, tiene usted un campo maravilloso. Se nota que la granja está muy bien llevada. Dios ha hecho un gran trabajo en ella”. Y el granjero le respondió: “si, pero debió haberla visto cuando era solo de Dios” Somos parte de la creación, no podemos separarnos.
Mecánica de la atención, qué es eso?
Bueno, al tratar de entender tu conciencia descubres que eres lo que hagas con tu atención. Así que, hasta que sepas dónde está tu atención, qué haces con ella, qué hace ella, no sabrás cómo llegan las cosas a tu vida.
-¿Significa eso que prestamos atención a lo que queremos?
-Si, qué quieres tú?
-Quiero ser feliz
-Quieres ser feliz, ¿serías feliz pensando solo en la felicidad?
-No, solo quiero ser feliz
-¿Sabes que es la felicidad?
-No
-Nos podemos olvidar de todo el universo de los pensamientos. No busquemos ahí. La felicidad real se encuentra en un lugar, busca en la realidad. ¿Sabes cuando sucede la realidad?
-Si, ahora mismo
-Es ahora. Pero es un problema peliagudo porque ahora no es cuando tú crees que es. Ven te lo enseñaré. (Van a la pizarra, coge un trozo de tiza y se la tira, el chico coge la tiza). Usemos esta tiza, cógela. La has cogido. No estabas pensando cuando lo has hecho. Debes estar presente para cogerla. Si hubieras estado pensando en cogerla, no la habrías cogido. No puedes hacerlo porque el pensamiento siempre va con medio segundo de desfase con la realidad. Por eso no puedes conducir y pensar. ¿Has intentado pensar cuando debo girar el coche al torcer una esquina? No, no se puede. Y no se puede porque no estás en el momento presente. Solo una parte de tu conciencia alcanzar el presente, está en la realidad y tu atención es lo que ocupa tu mente.
Una de las cosas que debemos aprender sobre la felicidad es que no siempre podemos conseguir lo que quieres sino aprender a estar con lo que es. Imagínate un gran campo, y mira donde estamos, seguro que puedes imaginarte que aquí hay un gran campo y es tuyo y que lograrás tus sueños. Descubres quien eres al elaborar tus sueños. Y nivelas tu experiencia para expresar tu presencia al encontrarte con la experiencia que tienes ese día. Y comienzas a experimentar lo que buscas, un sentimiento de libertad y así llega cierta creatividad con presencia porque ofreces tu don. Nadie puede hacerlo por ti.



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